El desarrollador del icónico QWOP, Bennet Foddy, ya nos puso a prueba hace unos años con algunos de sus juegos como Getting Over It, conocido por convertirse en un fenómeno entre youtubers y streamers, donde un hombre en un caldero debía escalar hasta la cima armado con su mazo. Tras este éxito, Foddy se ha aliado con Gabe Cuzzillo y Maxi Boch para poner nuevamente a prueba nuestra paciencia con Baby Steps.
El videojuego llega bajo el sello de Devolver Digital, editorial que apuesta por estudios con gran talento pero presupuestos reducidos. Muy diferente a Getting Over It, Baby Steps nos pone en la piel de Nate, un hombre de 35 años que vive en el sótano de sus padres mientras pasa las horas viendo anime. Sin razón aparente, es transportado a una isla donde debe aprender a caminar paso a paso mientras presencia extraños acontecimientos en una atmósfera ilógica y perturbadora.
Los personajes cuentan con voces distorsionadas y diálogos carentes de sentido. Lo surrealista es una de las claves de Baby Steps, funcionando como metáforas de conceptos como la depresión, la ansiedad, el aislamiento o los vacíos existenciales. La historia en sí no es lo importante, sino el viaje de Nate y los retos cotidianos que se convierten en pruebas titánicas.
La mecánica del juego es sencilla de entender pero difícil de dominar, llegando a ser frustrante. Esto está diseñado así a propósito: el jugador debe aprender a tolerar la frustración y seguir adelante. Los gatillos del mando controlan los pies de Nate y los sticks definen el recorrido de cada paso. La curva de aprendizaje es rápida, pero la dificultad aumenta con superficies como barro, rocas resbaladizas o agua. Cualquier mínimo error puede significar volver al inicio.
La ausencia de puntos de control es un aspecto que frustrará a muchos, pero es parte del sello de Foddy y la principal gracia de Baby Steps. El mapa es lo suficientemente grande como para incluir numerosos secretos y detalles adicionales sobre la trama. Algo especialmente satisfactorio es lo preciso de sus controles y la ausencia de errores en colisiones, permitiendo interactuar con todo sin derrotas injustas.
En el apartado técnico, Baby Steps apuesta por un estilo propio minimalista y extraño, donde lo peculiar y aleatorio son protagonistas. Cabe mencionar la presencia de desnudos (que pueden desactivarse si se prefiere evitar sorpresas). El juego está verificado para Steam Deck, funcionando con fluidez y combinando todo con una banda sonora surrealista y efectos sonoros que buscan incomodar al jugador.
En conclusión
Baby Steps es un juego excéntrico y una de las experiencias más alocadas y divertidas del año. Su mecánica gira en torno a caminar, escalar y evitar caer. ¿Con qué propósito? Eso lo descubrirás jugando. Un título independiente de la mano de Bennet Foddy que pondrá a prueba al máximo los límites de tu paciencia.
*Agradecimientos a Devolver Digital por proporcionar una clave de PC para realizar este análisis.