One More Gate: A Wakfu Legend es el nuevo proyecto bajo el desarrollo de Ankama, el conocido estudio que se encuentra bajo el desarrollo de juegos como Dofus, Islands of Wakfu, Krosmaga o el videojuego que nos centra hoy.
Nuestro artículo de hoy no se centra en un videojuego que se lanzó prácticamente hace dos años, sino que hacemos un repaso a la versión de Nintendo Switch y que ha llegado con la misma premisa que sus otras ediciones. Construcción de mazos, elementos roguelike y sobre todo mucho contenido relacionado con la producción de Wakfu que hará las delicias de los fans.
Si bien podemos estar ante algo parecido a lo visto a Slay the Spire, entre otros, estamos ante un videojuego que está en constante evolución y actualización para mantener su atractivo. Estuvo durante varios meses bajo el sistema de acceso anticipado en PC, fruto de ello dio un juego más atractivo y mejor definido. Con este trabajo realizado es ahora cuando disfrutamos de una versión de Nintendo Switch con mejoras y totalmente adaptada al sistema híbrida.
One More Gate: A Wakfu Legend, a diferencia de muchos de los títulos del estilo, tienes a tu propio personaje, Oropo, y al que podrás hacerlo evolucionar con el paso de las horas. Con este, se vivirá una historia en la que Oropo ha destruido una materia denominada como Zaap y es tarea del protagonista restaurarlo.
One More Gate: A Wakfu Legend dispone de múltiples cartas
Su interfaz y disposición de los elementos es muy intuitiva y anima a tomar los mandos tras una corta introducción. Muchos títulos del estilo apuestan por desplazar al personaje de un nivel a otro, pero en este caso nos iremos moviendo por las áreas a ir avanzando a través de ellas. Estas proponen mucha libertad, escondiendo dentro de ellos cofres con mejoras y todo tipo de elementos. Estas secciones mencionadas anteriormente se encuentran interconectadas entre ellas, caminando de una a otra en cuestión de poco tiempo.
El combate es uno de los puntos en los que flaquea One More Gate: A Wakfu Legend, siendo quizás e más importante de todos. El personaje tiene a disposición cartas de ataque y defensa. Cuando las lancemos, surtirán efectos al enemigo que se lancen. Al comienzo de cada combate se disponen de tres puntos de acción, a medida que pasen los turnos se llegarán a seis y se permite intercambiarlos por el valor de una carta. Por ejemplo, una de estas puede consumir de uno a seis, teniendo que utilizarlas de forma estratégica para no quedarse sin puntos.
A medida que se explora y se lucha contra enemigos se desbloquearán distintos tipos de moneda que sirven para diferentes utilidades. Las de color verdes se usan para mejorar las cartas temporalmente o gastarlas en hogueras para reestablecer la vitalidad. Las de color azul son permanentes, lo que ayuda a adquirir cartas de forma definitiva a tu equipamiento e ir mejorando al personaje. Oropo también sube de nivel, obteniendo una carta a medida va ascendiendo.
One More Gate: A Wakfu Legend apuesta por el minimalismo
Uno de los contras es que su mecánica no da mucho más de sí, limitándose a realizar prácticamente lo mismo durante varias horas. Si bien es cierto que hay enemigos que son más débiles a un tipo de ataque, pero nunca mejor dicho, será sota, caballo y rey de forma constante. Su duración es de aproximadamente 20 horas, pero seguimos con el mismo problema, tornándose en ocasiones repetitivos. Algo que alarga la experiencia y saca de la rutina son sus misiones secundarias que ayudan a obtener nuevo equipamiento y subir de nivel.
En materia técnica, One More Gate: A Wakfu Legend es un videojuego que destaca por su sencillez en cuando a modelas. Opta por un diseño de personajes minimalista haciendo uso de unos gráficos 2.5D, con entornos algo vacíos en ocasiones y poca interacción. Por otra parte, los diseños utilizados para enemigos son ricos y variados pero sin la suficiente chicha en cuanto a jugabilidad. En el aspecto sonoro poco que destacar, teniendo una banda sonora que se limita a acompañar.
En conclusión
One More Gate: A Wakfu Legend es un videojuego que sigue la estela de los roguelike con sistemas de cartas. El problema es que se queda a medias, su argumento no presenta todo el atractivo deseado así como unas mecánicas que si bien son originales terminan tornándose repetitivas.
*Agradecimientos a Cosmocover por proporcionar una clave de Nintendo Switch para realizar este análisis.