Focus Entertainment y Saber Interactive son dos desarrolladoras muy familiarizadas con las simulaciones de maquinaria pesada, ofreciendo experiencias en las que la calma y la dedicación son factores clave. Ya lo demostraron con el sorprendente MudRunner, y ahora regresan con RoadCraft, un videojuego que, si bien se basa en lo visto en Spintires, representa una evolución natural de sus mecánicas.
RoadCraft es un nuevo ejemplo de la amplia trayectoria que tiene la desarrolladora en este tipo de simuladores. MudRunner, SnowRunner y sus múltiples expansiones han dejado claro que Saber Interactive apoya sus títulos a largo plazo con abundante contenido. Ahora exploran nuevas fronteras con RoadCraft, que llega cargado de contenido y, sin duda, se irá ampliando con el tiempo.
El juego nos pone en la piel de un conductor de maquinaria pesada dentro de una empresa de construcción. La tarea no será sencilla, ya que se deben recorrer terrenos que en un principio parecen impracticables, transportando mercancías delicadas con el máximo cuidado. El objetivo principal es superar escenarios afectados por desastres naturales como inundaciones, tormentas o tornados. Entre las tareas a realizar se incluyen eliminar obstáculos, reconstruir carreteras, resolver problemas de agua y electricidad o definir nuevas rutas de circulación.
Desde el inicio, el jugador debe crear su propia empresa de construcción, personalizándola con logotipo, colores representativos y el vehículo principal, que será su acompañante en esta aventura. Este vehículo incorpora un gancho para remolcar o ser remolcado, especialmente útil en zonas de barro. A diferencia de MudRunner y SnowRunner, en RoadCraft se eliminan factores como el consumo de combustible o los daños en los vehículos, ofreciendo una experiencia más accesible para nuevos jugadores.
La conducción es solo una parte de lo que ofrece RoadCraft. Cada mapa está lleno de zonas por descubrir, muchas de ellas inicialmente inaccesibles, y repletas de misiones principales y secundarias. Estas varían desde abrir caminos con excavadoras o grúas hasta transportar cemento o hierro con camiones de gran tamaño. También habrá tareas como fabricar tuberías de hierro y reemplazar las viejas, o talar árboles para despejar rutas. Todas ellas aportan la suficiente variedad y desafío para mantener el interés.
Uno de los aspectos más complejos es la restauración de carreteras. Este proceso implica trasladar arena con un camión, tratarla con una excavadora y luego asfaltar con maquinaria específica. Se requiere cierta estrategia, ya que conviene tener todos los vehículos cerca para agilizar el proceso. De lo contrario, será necesario trazar rutas alternativas. Algunas tareas pueden automatizarse y ser realizadas por los empleados de la empresa, aunque también es importante gestionar adecuadamente los recursos para no quedarse sin materiales, lo que obligaría a volver a la fábrica más cercana.
Una de las novedades más destacadas de RoadCraft es la construcción de puentes, una mecánica que, en este caso, está automatizada por defecto para facilitar la experiencia del jugador. El control de las grúas y maquinaria pesada resulta desafiante, con gran profundidad y realismo. El transporte de materiales tampoco es una tarea sencilla, requiriendo cuidado y atención constante, ya que la velocidad puede ser un enemigo. RoadCraft es una experiencia que premia la paciencia.
Otro punto interesante es la interconexión entre zonas: conectar edificios para restablecer la corriente eléctrica y habilitar caminos para que los convoyes se desplacen de forma más eficiente. A medida que se completan misiones, se obtienen recompensas en forma de dinero, materiales o combustible, esenciales para operar la fábrica y la maquinaria. Será necesario producir recursos como arena, hierro o acero, además de mantener y mejorar las máquinas. El juego incluye ocho zonas principales y una adicional desbloqueable mediante DLC, con una duración estimada de unas 20 horas si se completan todas las misiones principales y secundarias.
En el apartado técnico, RoadCraft ofrece un alto grado de realismo gracias al motor de SnowRunner, que ha sido mejorado para ofrecer mejores efectos de iluminación y físicas. Elementos como el agua reaccionan de forma convincente, y el peso del vehículo varía según la carga transportada. El diseño de los vehículos y la maquinaria es fiel y realista, aunque se han detectado algunos errores en la carga de texturas, que a veces presentan una calidad inferior. El apartado sonoro acompaña muy bien, con efectos realistas que refuerzan la inmersión.
En conclusión
RoadCraft sorprende por su jugabilidad profunda y variada, ofreciendo una buena cantidad de horas de juego con objetivos interesantes que mantienen la atención. La gestión de maquinaria y recursos, sumada a una gran variedad de tareas, lo convierten en una experiencia muy entretenida y recomendable para los amantes de las simulaciones.
*Agradecimientos a Plaion por proporcionar una clave de PlayStation 5 para realizar este análisis.
