Rugrats: Adventures in Gameland es uno de los ejemplos que teníamos en los años noventa y principio de los 2000. Los juegos basados en licencias de series de televisión o estrenos de cine eran una tónica habitual, dando verdaderas joyas como Capcom y las películas Disney. Durante comienzos de milenio pudimos ver muchos otros basados en producciones de Pixar o DreamWorks, pero estas daba la sensación de ser el mismo perro pero con distinto collar.
cada vez vemos menos pero la franquicia Rugrats es el ejemplo de haber estado acertada en los títulos que ha ido lanzando, llevándonos desde aventuras en pañales como party games. Es ahora cuando el estudio independiente The Mix y Wallride se atreven a traer de vueltas a estos simpáticos personajes con Rugrats: Adventures in Gameland. Un entretenido plataformas en dos dimensiones que hemos podido probar y que nos ha dejado con ganas de mucho más.
Modo retro y modo HD
Sería un error decir que este título se basa en juegos como Super Mario Bros., en concreto en su segunda entrega, trayéndonos un título que puede ser jugado con dos modos gráficos: uno al más puro estilo NES y otro con gráficos en alta definición. Esto es algo que nos ha recordado al lanzado en 2017 con Wonder Boy, ofreciendo la versión primigenia y por otra parte su completa remasterización. Rugrats: Adventures in Gameland imita esa formula pero con la ventaja de ser un juego completamente nuevo y al que no le ha costado nada adaptarse a este estilo.
Hemos podido jugar a sus primeros niveles y su premisa nos lleva a un plataformas en dos dimensiones de siempre. Desplazamiento lateral en el que tenemos la posibilidad de elegir a uno de los cuatro bebés: Tommy, Chuckie, Phil y Lil. Las fases destacan por su linealidad llegando desde el punto de inicio hasta su final.
En el trayecto encontraremos muchas monedas de Reptar que recopilar así como enemigos que serán derrotados al saltar sobre ellos. Una peculiaridad es que estos permanecerán en el suelo y pueden usarse como arma para lanzar a otros y paralizarlos durante unos segundos. El mundo de Rugrats: Adventures in Gameland integra coleccionables que iremos recopilando, como las monedas Reptar que harán las veces de puntos. Al final de cada enemigo espera un jefe final al que derrotar.
Su mecánica jugable es sencilla y práctica, llevándonos a localizaciones que prometen estar muy bien diferenciadas. En lo técnico nos ha sorprendido mucho el buen hacer en lo técnico, trayéndonos una modalidad retro que se reproduce en 4:3 y con marcos que incorporan ilustraciones originales. Por otra parte, el modo HD entra en 16:9 con modelos de personajes de buena calidad, que mantienen la esencia de la serie y animaciones bien implementadas.
Un plataformas prometedor
Rugrats: Adventures in Gameland es una apuesta que va a lo seguro. Busca el factor nostalgia al mismo tiempo que ofrece una jugabilidad en dos dimensiones con dos tipos de modos gráficos. Hemos podido jugar un adelanto de lo que llegará a finales de año a PlayStation 5, Xbox Series, PlayStation 4, Xbox One, Nintendo Switch y PC.
*Agradecimientos a StridePR por proporcionar una clave de PC para realizar este avance.