El roguelike y las plataformas han gozado de una gran aceptación dentro del panorama independiente durante los últimos años. Claros ejemplos de ello son títulos como The Rogue of Prince of Persia o Dead Cells, entre otros. Ahora tenemos la oportunidad de disfrutar del innovador Dunjungle, que llega en formato físico bajo el sello de Meridiem con una edición extraordinaria, permitiéndonos vivir una aventura que, aunque exigente, resulta muy satisfactoria.
Dunjungle no es un título que haya llegado directamente a las tiendas digitales. Ha pasado por un largo proceso de acceso anticipado en PC, dando ahora el salto a PlayStation 5 y Nintendo Switch. Se trata de un juego que ha ido puliendo sus mecánicas gracias al feedback de la comunidad, ofreciendo una estética retro que recuerda a grandes clásicos del género, además de un sólido sistema de progresión con armas, clases y obstáculos que no pondrán las cosas fáciles al jugador.
Un roguelike donde la velocidad es protagonista
Su historia refleja perfectamente el estilo retro que persigue. En Dunjungle asumimos el papel de un mono que vive feliz y despreocupado en su jungla. Todo cambia cuando un misterioso enemigo abre un agujero negro que altera por completo la realidad, transformando a sus amigos en criaturas violentas que desean acabar con él. Esta premisa sirve como excusa perfecta para recorrer niveles bien tematizados, enfrentarnos a jefes finales y mejorar nuestras habilidades con el objetivo de restaurar la paz.
La jugabilidad de Dunjungle destaca por su velocidad y por incentivar la superación de las fases en el menor tiempo posible. Todo se mueve con gran fluidez, combinando plataformas y combate de forma dinámica. La presencia de enemigos es abundante y deben ser eliminados gracias a un amplio arsenal de armas y habilidades. El protagonista puede portar un arma cuerpo a cuerpo y tres de larga distancia, todas ellas mejorables y personalizables con el paso de las horas.
La progresión se realiza mediante unas fichas que se obtienen al derrotar enemigos. El personaje puede mejorarse de dos formas: aplicando fichas a estadísticas concretas o intercambiando tres para obtener una mejora global más efectiva. Esta última opción resulta más atractiva, ya que potencia las habilidades de forma equilibrada y compensada.
Multitud de fases y biomas
Dunjungle no se limita a avanzar y golpear sin más, sino que ofrece una gran variedad de salas con enemigos, plataformas y desafíos. Al tratarse de un roguelike, estas salas esconden combates, tiendas, máquinas tragaperras para obtener mejoras y objetos, así como pequeños monos atrapados. El juego cuenta con siete mundos y hasta 17 jefes finales, ofreciendo una experiencia rica y variada.
En cuanto al armamento, el título dispone de 79 armas distintas, tanto principales como secundarias. Desbloquearlas todas llevará muchas horas y cada una se siente prácticamente única. A esto se suma un centenar de reliquias que otorgan habilidades pasivas, como lanzar bombas al esquivar o realizar un triple salto. Las combinaciones entre armas y habilidades son muy numerosas y definen por completo cada partida.
También encontramos tiendas donde mejorar habilidades a cambio de la moneda del juego, utilizada tanto para habilidades pasivas como para aumentar la vitalidad, mejorar opciones de equipamiento o recuperar salud al comer. Por su parte, los diamantes dan acceso a nuevas armas. Además, Dunjungle incorpora un sistema de clases con hasta 16 diferentes, que influyen de forma notable en el desarrollo de cada partida.
Para desbloquear estas clases es necesario completar desafíos específicos o finalizar una partida en dificultad normal. Una vez superado el reto, se pueden adquirir a cambio de unos 30 diamantes de media. Se trata de un sistema exigente, por lo que muchos jugadores optarán inicialmente por centrarse en la recolección de armas.
El sistema de clases aporta una profundidad adicional al juego, ya que no solo cambia el aspecto del personaje, sino que introduce mejoras como mayor salud máxima, incremento del daño cuerpo a cuerpo, resistencia a hechizos o ataques a distancia, e incluso la posibilidad de transformarse en murciélago o lobo. Tras completar una partida, la experiencia no termina, ya que se desbloquean nuevos modos de dificultad con enemigos más inteligentes y jefes con patrones más complejos, incluyendo un modo infinito pensado para los amantes del género.
A nivel técnico, el videojuego hace uso de paletas de colores bien diferenciadas, que cambian la percepción de cada mundo visitado. La desarrolladora ha sabido aportar un estilo propio, destacando especialmente las animaciones de los personajes y un diseño sonoro que encaja a la perfección. Mención especial merecen los jefes finales, versiones alteradas de animales con mecánicas únicas que obligan al jugador a descubrir sus puntos débiles.
En conclusión
En definitiva, Dunjungle ha resultado ser una grata sorpresa, que ahora podemos disfrutar en formato físico gracias a Meridiem. Nos encontramos ante un plataformas roguelike de ritmo rápido y muy gratificante, con una enorme variedad de armas, habilidades y combinaciones que lo convierten en una experiencia completa y altamente rejugable.
*Agradecimientos a Meridiem por proporcionar una clave de Nintendo Switch para realizar este análisis.
