Quantic Dream, conocidos por habernos traído obras como Heavy Rain o Detroit: Become Human, sorprendieron en los últimos tiempos con el anuncio de Spellcasters Chronicles, dando un giro radical a su trayectoria al pasar de aventuras narrativas a un MOBA tres contra tres. Este desarrollo nos presenta un juego de corte clásico, en el que el uso de tres carriles para disputar reñidas partidas, el empleo de magia, invocaciones y la destrucción del entorno serán sus principales características.
A diferencia de otros MOBA, Spellcasters Chronicles apuesta por partidas más cortas e intensas, haciendo que jugar varias consecutivas no resulte tan agotador y que siempre se tenga la sensación de estar viviendo algo distinto. Es cierto que la fórmula de la magia y los seres fantásticos está bastante explotada dentro del género, pero en este caso consigue sorprender. Las normas de la partida son sencillas: cada equipo cuenta con tres pilares que deberán ser destruidos en el campo rival en un tiempo máximo de 25 minutos. Si no se logra ese objetivo, la victoria se decidirá en función de quién haya causado más daño a dichos pilares durante el tiempo establecido.
Esto puede recordar a partidas de otros títulos del género como League of Legends o DOTA 2, pero lo especial de Spellcasters Chronicles es que todo debe hacerse con mayor apremio, provocando que el avance de los personajes sea más rápido y, como consecuencia, se genere un mayor caos en cada línea. Aunque pueda parecer un título complejo, no lo es. Se ha implementado una interfaz clara y una curva de aprendizaje amigable. Cada personaje dispone de habilidades únicas, ataques ofensivos e invocaciones de esbirros que, en este caso, son compartidos por el equipo. Cada mago está bien diferenciado y cumple un rol importante dentro de la partida.
Todo lo que sucede en pantalla luce de forma natural y notable, permitiendo avanzar por tu línea mientras observas a lo lejos el ataque definitivo de un compañero o de un rival, lo que aporta una experiencia más inmersiva gracias a su cámara en tercera persona. Uno de los elementos más llamativos del juego es la invocación de titanes de gran tamaño, criaturas que ayudan a arrasar con todo lo que se cruce en una de las líneas. Como punto positivo, estos titanes pueden ser controlados por el propio jugador, facilitando ofensivas conjuntas para destruir uno de los puntos clave del rival. También pueden emplearse como herramienta defensiva en momentos complicados, haciendo que el factor estratégico cobre importancia en situaciones concretas.

Como buen MOBA, ayudar a tus compañeros es una de las claves para alcanzar la victoria. La creación y mejora de invocaciones, así como asistir a otros jugadores cuando se encuentran en peligro, son aspectos básicos que pueden marcar la diferencia entre ganar o perder. En cuanto a esta cooperación, se aprecia que los personajes cuentan con suficiente fuerza y agilidad para desempeñar esta tarea, aunque se resta algo de protagonismo a la interacción directa para centrarse más en el ataque. Los duelos entre rivales no terminan de estar del todo pulidos, ya que en muchos momentos se limitan a saltar o planear sobre el terreno para evitar ser derrotados, junto al uso constante de invocaciones. Este aspecto debería replantearse para dar más protagonismo a las líneas, los enfrentamientos directos, los compañeros y los titanes.
También se aprecia cierta descompensación entre hechiceros y titanes, con momentos en los que estos últimos se ven claramente favorecidos, especialmente durante los ataques a la base. Si bien la obtención de puntos de experiencia durante y tras la partida ayuda a equilibrar la situación, creemos que este aspecto debería ajustarse mejor. Moverse por el mapeado en tres dimensiones ofrece una sensación de libertad muy satisfactoria, aunque también introduce algunas limitaciones, sobre todo para los jugadores más novatos, que pueden sufrir emboscadas inesperadas. En estos casos, la única opción suele ser huir hacia la torre aliada más cercana para recuperar vitalidad. Las mecánicas de salto y vuelo rompen con la dinámica habitual de los MOBA, pero en ocasiones se impone más la habilidad para esquivar que el mérito de acertar ataques, dando la sensación de que se requiere una precisión excesiva para infligir daño.
En conclusión
Como aspecto positivo final, Quantic Dream ha confirmado la implementación de un sistema de temporadas y actualizaciones constantes, lo que augura la llegada de más contenido y posibles correcciones de los problemas mencionados. En definitiva, Spellcasters Chronicles es un título recomendable, con una perspectiva fresca dentro del género MOBA, que cuenta con un buen potencial de futuro, aunque todavía tiene mucho trabajo por delante.
*Agradecimientos a Ziran por proporcionar una clave de PC para realizar este análisis.
