El resurgir de muchos juegos de SEGA está siendo sonado en los últimos tiempos. El regreso de Streets of Rage 4o Panzer Dragoon: Remake son algunos de los títulos de mayor o menor calado que traen experiencias nuevas y muchos recuerdos a los aficionados. Durante los años 90 pudimos ver en varias ocasiones Wonder Boy, que ya tuvo un remake en 2017 bajo el nombre de Wonder Boy: The Dragon’s Trap y, dos años después, Wonder Boy and the Cursed Kingdom. Ahora es el turno de Wonder Boy: Asha in Monster World, que llega a PlayStation 5 y Xbox Series tras su paso por Nintendo Switch de la mano de ININ Games.
El autor original de Wonder Boy: Asha in Monster World, Ryuichi Nishizawa, y el estudio Artdink han colaborado junto a ININ Games para traer una aventura en dos dimensiones con diseños 2.5D cargados de cel shading. El videojuego llegó originalmente en 1994 para Mega Drive y es la secuela directa de Wonder Boy in Monster World. En su momento fue un producto de importación, ya que no superó las fronteras japonesas, aunque posteriormente se pudo disfrutar en colecciones de SEGA y en la consola Mega Drive Mini.
Wonder Boy: Asha in Monster World incorpora numerosas mejoras
Wonder Boy: Asha in Monster World se mantiene fiel a su original de 16 bits, enmarcado en un mundo fantástico con tintes de ciudad arábiga. En esta entrega tomamos el papel de Asha, quien un día escucha una misteriosa voz que le da las pistas para salvar el planeta de una malvada fuerza oscura. Partiendo desde Rapadagna, conocerá a diversos personajes como Pepelogoo, un ser alado que le ayudará en fases de plataformas y puzles. Asha puede agarrarse a esta criatura para planear durante unos segundos o realizar un doble salto que le permita acceder a zonas aparentemente inaccesibles. También sirve como defensa contra ataques de fuego o hielo.
Una de las señas de identidad de Wonder Boy es la mezcla de acción y plataformas bidimensionales, al mismo tiempo que introduce sencillas mecánicas RPG. Esta franquicia exploró, de forma avanzada para su época, el concepto que hoy conocemos como metroidvania. En esta entrega, sin embargo, no se continúa por esos mismos derroteros, apostando por una experiencia más lineal con exploración de mazmorras y coleccionables por descubrir.

Un aspecto importante en Wonder Boy: Asha in Monster World son las mejoras en la calidad de vida. Una de ellas es la posibilidad de visitar de nuevo zonas ya completadas para descubrir todos sus coleccionables. Esto tiene gran impacto en las Gotas de Vida, con un total de 150 distribuidas por los escenarios, número que asciende a 200, además de añadir misiones secundarias dentro de la ciudad. Por otro lado, se incorpora un modo fácil, con una mayor cantidad de vida y la habilidad de absorber directamente los poderes de los enemigos. Por último, ya no es necesario encontrar al Sabio para guardar la partida, ya que se puede salvar en cualquier momento.
El mayor cambio de Wonder Boy: Asha in Monster World está en su apartado gráfico, que ha sido renovado por completo apostando por un compendio tridimensional. Los personajes, diseñados por Maki Ohzoro, han pasado de ser poligonales a tridimensionales, haciendo uso de la tecnología cel shading. De esta forma se logra un aspecto más colorido y alegre en conjunto. Acciones como saltar, resbalar sobre el hielo o atacar a los enemigos lucen mucho más realistas y desenfadadas. Muchos de los entornos también han sido rediseñados, aunque algunos escenarios se tornan repetitivos. En cuanto al rendimiento, el juego se mantiene a 60 FPS estables, aunque con alguna que otra caída puntual en momentos concretos. Su banda sonora también cuenta con nuevos arreglos, ritmos pegadizos y mayor variedad.
En conclusión
Wonder Boy: Asha in Monster World es un buen remake del clásico título de Mega Drive, ofreciendo un retorno que encantará a los más veteranos por su fidelidad al original y a los recién llegados por ser más accesible, sencillo y vistoso.
*Agradecimientos a PR Hound por proporcionar una clave de PlayStation 5 para realizar este análisis.
