Tempest Rising – Reviviendo la esencia de Command & Conquer

Análisis PC
Tempest Rising – Reviviendo la esencia de Command & Conquer
Tempest Rising

Uno de los grandes del género RTS fue Command & Conquer, precursor del género, al que siguieron otros como la producción española Commandos. Estos títulos consolidaron la estrategia en tiempo real, especialmente en PC, gracias a las facilidades que ofrecían el teclado y el ratón. Hoy parece que el RTS está regresando, y Tempest Rising es un claro ejemplo de cómo modernizar la experiencia y mejorarla gráficamente supone un gran avance.

Como bien se suele decir, Tempest Rising es una declaración de amor al género de estrategia en tiempo real. Tras pasar varias horas disfrutándolo, nos ha recordado al mencionado Command & Conquer, no solo por su jugabilidad sino también por su apartado técnico y musical, con temas electrónicos y guitarras eléctricas que acompañan intensas batallas.

Tempest Rising: novedoso con sabor nostálgico

La historia transcurre en un mundo alternativo donde las facciones de las Global Defense Forces y la Tempest Dynasty se enfrentan. Tras un conflicto nuclear de grandes dimensiones, ambos bandos continúan luchando por la supremacía y por unos cristales creados como consecuencia del conflicto. Como es de esperar, el juego ofrece dos campañas con once misiones cada una, multitud de diálogos y una historia profunda que proporciona las visiones de ambos bandos.

Uno de los aspectos técnicos que más sorprenden son sus efectos visuales: explosiones, disparos y animaciones de vehículos y personajes están muy bien logrados. Las explosiones, por ejemplo, permiten despejar el camino eliminando torretas, obstáculos y tropas enemigas, siendo una herramienta útil en combate.

Los jugadores familiarizados con el género RTS se sentirán cómodos desde el primer momento, ya que el título hereda muchas mecánicas de Command & Conquer o Red Alert. Por ejemplo, el uso de francotiradores recuerda a este último, mientras que la construcción de bases, gestión de recursos y formación de ejércitos siguen los cánones clásicos. El desarrollo de las partidas es natural y familiar, con cuatro niveles de dificultad que se adaptan a distintos perfiles de jugadores. El más fácil es ideal para principiantes, sin resultar excesivamente sencillo, mientras que el segundo ya plantea un reto mayor gracias a una inteligencia artificial más desafiante y lógica.

Tempest Rising

La esencia del juego se basa en tres recursos: energía, créditos e información. La energía, obtenida a través de centrales eléctricas, es esencial para el funcionamiento de la base. Sin ella, los cuarteles, fábricas y defensas dejan de operar, por lo que atacar estas instalaciones puede marcar la diferencia. Recorrer el mapa permite obtener créditos e información, lo que da acceso a unidades especiales o doctrinas. Estas ofrecen progresión dentro de la campaña y ventajas activas y pasivas, aunque su alcance es algo limitado. Durante la partida pueden activarse temporalmente para mejorar ciertas habilidades.

Cada facción tiene diferencias sutiles pero relevantes. Las Global Defense Forces pueden ubicar edificios de forma instantánea, con drones que defienden estas estructuras. La segunda facción también puede construir vehículos y desplegarlos en cualquier lugar del mapa.

Las habilidades también aportan riqueza táctica. La Tempest Dynasty puede tomar el control de centrales eléctricas, reparar vehículos con facilidad y colocar o desactivar minas. Por su parte, la Global Defense Forces transforma formaciones sencillas en unidades de artillería pesada. Ambas facciones pueden lanzar ataques devastadores si se coordinan bien sus fuerzas.

Tempest Rising

El equilibrio entre unidades y habilidades está bien ajustado. En nuestra experiencia, las unidades aéreas de la Global Defense Forces resultaron muy resistentes frente a las terrestres gracias a su blindaje y alcance, mientras que la Tempest Dynasty destacó por su potencia terrestre. Sin embargo, la inteligencia artificial mostró ciertas deficiencias al responder a ataques aéreos, quedándose estática e indefensa en algunos casos. A niveles superiores, el juego exigía más destreza táctica que reflejos.

En el modo multijugador, notamos que el sistema de emparejamiento no siempre funcionaba bien, con pocos enfrentamientos contra rivales humanos. Aun así, en esos combates se evidenció que Tempest Rising ofrece partidas de ritmo muy rápido, donde el desgaste constante del enemigo es clave para la victoria. Los ataques aéreos se mostraron como el factor decisivo, mientras que los combates terrestres, aunque interesantes, están algo desaprovechados.

En conclusión

Tempest Rising es una excelente propuesta para los amantes del género RTS. Recupera las bases de clásicos como Command & Conquer y las adapta con acierto a los tiempos actuales. No se apoya únicamente en el factor nostálgico, sino que ofrece profundidad, variedad y dinamismo en cada partida.

*Agradecimientos a BestVision PR por proporcionar una clave de PC para realizar este análisis.

Lo mejor:

  • Factor nostálgico del género RTS
  • Dos campañas rejugables
  • Buen diseño artístico

Lo peor:

  • Combate terrestre desaprovechado
  • Inteligencia Artificial mejorable
  • Problemas en el matchmaking
7.9

Bueno

Argumento: - 7.5
Jugabilidad: - 8.5
Gráficos: - 7.5
Sonido: - 8
33 primaveras. Apasionado del mundo de los videojuegos y la comunicación. Fan de Zelda y Final Fantasy a partes iguales.
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