El género de terror es uno de los más laureados en el mundillo de los videojuegos. Sin embargo, este presenta una serie de problemas: jugadores que, por miedo, no se atreven a introducirse en él o que, debido a sus mecánicas, tampoco deciden jugarlos. Por otro lado, encontramos a un público infantil que no puede acceder a este tipo de experiencias, motivo por el que surgen adaptaciones como Pesadillas: Terror en Little Creek.
Pesadillas: Terror en Little Creek es un juego orientado directamente a un público más infantil, basado en la serie de libros de R. L. Stine y en sus posteriores adaptaciones a televisión y cine. Pesadillas ya había tenido apariciones puntuales en el mundo de los videojuegos, pero ahora Pesadillas: Terror en Little Creek apuesta por ser algo más ambicioso, con una fórmula de exploración y puzles con tintes más desenfadados y apta para todos los públicos.
Pesadillas: Terror en Little Creek apuesta por un terror desenfadado
Su trama nos pone en la piel de Sloane, una joven adolescente que reside en el tranquilo pueblo de Little Creek. Tras una serie de extraños fenómenos, el pueblo impone un toque de queda en el que nadie puede salir de sus hogares al anochecer. Sloane y sus amigos deciden escapar para investigar dentro de una ciudad en la que acechan monstruos y otros peligros por descubrir.
Uno de los puntos positivos de Pesadillas: Terror en Little Creek es cómo introduce poco a poco sus mecánicas y zonas, permitiendo descubrir diferentes secciones de Little Creek. Estas ubicaciones nos llevarán a un amplio abanico de lugares, como un cementerio plagado de no muertos o una misteriosa biblioteca. Los enemigos a los que haremos frente tienen sus propios puntos débiles y pueden ser atacados con un tirachinas para esquivarlos o, en el caso de los más grandes, derrotarlos.
Jugabilidad para todos los públicos
El sigilo y la discreción también forman parte importante de la aventura, sin ser demasiado exigentes para los jugadores novatos y sin representar un reto excesivo. Se recomienda pasar desapercibido el mayor tiempo posible, aunque, si no se consigue, el juego proporciona un margen de tiempo lo suficientemente amplio para huir o esconderse sin sufrir daño. Un aspecto que lo hace realmente fácil son las abundantes recargas de salud, lo que podría decepcionar a quienes busquen un desafío mayor.
Cierto es que Pesadillas: Terror en Little Creek está orientado a un público juvenil, por lo que no podemos esperar una complejidad elevada, aunque tampoco es un camino de rosas. Un elemento que mantiene el interés es su exploración, que permite descubrir objetos o un libro basado en runas que ayuda a resolver puzles. Además, ofrece una buena selección de rompecabezas, como crear formas, mover bloques o buscar objetos concretos.

En el apartado técnico, el juego apuesta por un estilo de dibujo animado, con tonalidades coloristas que, a la vez, crean una atmósfera escalofriante y de tensión. Los diseños de los personajes son acertados, al igual que los de los enemigos, cuyos sonidos resultan clave para localizarlos y anticiparse a ellos. Cabe destacar también algunas referencias a franquicias como Resident Evil, que resultarán curiosas para los jugadores más veteranos.
En conclusión
Pesadillas: Terror en Little Creek no es una producción de gran presupuesto, pero sí consigue ser una propuesta entretenida para el público juvenil. Con una aventura desenfadada, un buen número de horas de contenido variado y una historia sólida, se convierte en un título recomendable para los más pequeños de la casa.
*Agradecimientos a Meridiem Games por proporcionar una clave de PlayStation 5 para realizar este análisis.
 
							 
						
						
 
										
									 
										
									 
										
									