El género metroidvania es el rey dentro del panorama independiente actual. Con un dominio muy amplio de juegos como Hollow Knight, los propios Metroid o Castlevania en dos dimensiones, y un largo etcétera, es complicado hacerse un hueco en un género tan explotado. Morkull Ragast’s Rage, que llega bajo el sello de SelectaPlay, es la apuesta del estudio español Disaster Game, un título completamente dibujado a mano y con dosis de humor que buscan romper la cuarta pared. A pesar de estos elementos diferenciadores, sus ideas no terminan de hacerle despegar.
Morkull Ragast’s Rage es un videojuego de plataformas en dos dimensiones con tintes de metroidvania en el que controlamos a Morkull, dios de la muerte y la oscuridad, y señor de Ragast. Este reino fantástico fue usurpado por el dios de la guerra, Galat, y la misión del jugador será recorrer sus vastos territorios, encontrar aliados, recuperar las llaves del castillo de Morkull y reclamar el trono derrotando a Galat. Algo peculiar del título es que el propio Morkull es consciente de que está dentro de un videojuego, lo que le lleva a encarar a los desarrolladores y mencionar que este es solo su primer paso hacia la dominación total.
La narrativa busca romper la cuarta pared, siendo uno de los puntos más llamativos del juego. Sin embargo, su humor no termina de funcionar del todo, cayendo en chistes fáciles y recursos demasiado vistos. Tomar el papel de un villano con comentarios sarcásticos puede parecer una premisa divertida y con potencial, pero en este caso, menos es más. El tono del humor parece estar dirigido a un público adolescente y, en ocasiones, puede cruzar ciertas líneas que no gustarán a todos los jugadores, incluyendo un botón dedicado únicamente a que el protagonista orine.
En cuanto a la jugabilidad, Morkull Ragast’s Rage no termina de estar pulido en algunos aspectos. El protagonista cuenta con un amplio repertorio de habilidades, como saltos en el aire, trepar por paredes y otras que se desbloquean progresivamente para acceder a nuevas zonas. Sin embargo, estas mecánicas no están bien explicadas; por ejemplo, en algunos casos no se indican correctamente los botones a pulsar, lo que genera frustración al jugador al no saber cómo utilizarlas correctamente.
Como plataformas, el juego ofrece una base sólida, pero sin innovaciones destacables dentro del género. Su dificultad está bien ajustada en general, aunque en algunos momentos presenta picos de dificultad que se ven agravados por los puntos de guardado. Es habitual perder una partida en una sección complicada y tener que repetir un tramo demasiado extenso, algo que puede resultar frustrante. La duración del título no es excesiva, rondando las 6 horas para jugadores experimentados y hasta 10 para los menos habituados al género.
El sistema de combate es bastante simple, con un ataque rápido, otro fuerte, la posibilidad de bloquear y esquivar los ataques enemigos. En algunas zonas, el combate es dinámico y exigente, poniendo a prueba la pericia del jugador, mientras que en otras resulta más pausado. A medida que se avanza, se obtienen almas, la moneda del juego, que permite desbloquear nuevas habilidades en un árbol de progresión. No obstante, algunos movimientos resultan poco intuitivos y cuesta entender su funcionamiento.
El aspecto visual de Morkull Ragast’s Rage es sin duda uno de sus mayores atractivos. Su estética de dibujo animado, junto con animaciones y fondos totalmente dibujados a mano, le otorgan un estilo único. La creatividad del diseño artístico es un punto a su favor, aunque algunos escenarios pueden resultar monótonos. Sin embargo, el juego presenta problemas en su interfaz, con mapas confusos y un árbol de habilidades con un cursor de selección demasiado pequeño, lo que dificulta la navegación. Además, el mapa no muestra la ubicación exacta del personaje, un error importante en un metroidvania donde la exploración y el backtracking son esenciales.
En conclusión
En conclusión, Morkull Ragast’s Rage es un juego con buenas ideas y una dirección artística llamativa, pero su lanzamiento apresurado o la falta de un acceso anticipado han impedido que alcance su máximo potencial. Su historia y mecánicas tienen una base interesante, pero los problemas de interfaz, la falta de claridad en las habilidades y algunos aspectos de su jugabilidad hacen que la experiencia no termine de brillar.
*Agradecimientos a SelectaPlay por proporcionar una clave de PC para realizar este análisis.