Leximan más que un título es una reflexión. ¿Un truco de magia es una habilidad o es al revés? Esto es algo que nos propone un videojuego que no se toma en serio a sí mismo, una crítica en forma de aventura y una experiencia que invita a la risa, a la emoción y al disparate.
Leximan presenta una historia que toca una situación muy común en el día a día: personas que no terminan de encajar y buscan su lugar en el mundo. Nuestro protagonista intenta acceder a una escuela de magia sin saber nada sobre ella. Es aceptado a regañadientes y, no solo aprende todo tipo de hechizos, sino que descubre que con un léxico basado en la unión de sílabas podrá sembrar el caos. Sin embargo, tras una invocación fallida, es desterrado al sótano, del que deberá escapar.
La trama de Leximan es sólida por sí misma. Bajo un trasfondo humorístico y descripciones bien llevadas, transmite la sensación de estar jugando un título «de los de antes», una aventura que prioriza el humor sobre la jugabilidad. Situaciones absurdas, como invocar una hamburguesa para calmar a un gólem, parecen disparatadas… pero tienen su lógica interna. Además, nunca se está solo: nos acompañan personajes como Wressa, una alquimista con ansiedad, o Sparx, un piromante. Ambos poseen suficiente profundidad y personalidad como para mantenernos enganchados a sus historias.
La jugabilidad se basa en el uso del léxico para superar los combates. Al iniciar un enfrentamiento, se dispone de una serie de sílabas flotando que habrá que unir para formar palabras y realizar invocaciones. Las combinaciones posibles son muchas: desde una hamburguesa, una poción, hasta una granada. No obstante, el sistema tiene ciertas limitaciones, ya que algunas combinaciones no se pueden crear o directamente no son reconocidas por el juego. Esto, sumado a una buena cantidad de minijuegos, genera un cóctel muy divertido.
Eso sí, tanta variedad puede llegar a resultar abrumadora. A veces parece que estamos jugando a varios minijuegos distintos unidos a posteriori. Aunque estas pruebas exploran bien el léxico y la combinación de objetos, su abundancia puede saturar.
En el apartado técnico, Leximan apuesta por un estilo muy peculiar, siguiendo una línea similar a juegos como Undertale. Su estética 1-bit, el colorido, los personajes caricaturescos y los entornos llenos de personalidad forman parte de su sello visual. Su banda sonora es otro de los grandes aciertos: pegadiza, bien elaborada y con ritmos instrumentales muy trabajados.
En conclusión
En resumen, Leximan es un juego que, sobre el papel, suena muy bien, aunque da la sensación de ser varios proyectos unidos en uno solo. Aun así, su audacia, su innovador sistema de léxico mágico y un guion lleno de diversión hacen de este título una propuesta original, única y perfecta para quienes disfrutan del humor absurdo y las aventuras con alma.
*Agradecimientos a Disney por proporcionar una clave de PC para realizar este análisis.