Indika es un videojuego que ha hecho mucho ruido no solo por lo excéntrico de su propuesta, si no por tener una narrativa interesante y que no te hace perder el hilo durante un segundo. Este es uno de los puntos quizás más importantes a parte de la jugabilidad en videojuegos, tener una trama con la que te puedas identificar y que los juegos con poca duración no tienen que ser de baja calidad.
En el título tomamos el papel de una monja conocida como Indika, que ha llegado a un monasterio ortodoxo en la zona de Siberia. Esta inocente monja, a la que todo el mundo evita, guarda un secreto que conoceremos. La historia la lleva a recibir una carta sellada de un monasterio vecino y con lo que emprenderá un viaje que mantendrá pegado a la pantalla durante unas cinco horas aproximadamente.
Un viaje junto a Indika por Siberia
La atmosfera ha sido muy bien desarrollada, introduciéndonos de lleno en conceptos como la espiritualidad, la religión, libertad, amor, lujuria y perdón entre muchos otros. Indika es una persona que tiene una gran capacidad de deducción, por lo que sus diálogos internos serán de una gran importancia en cuanto a la entrega de cartas. Cada una de estas esconden muchos secretos y sus contenidos pueden llevar a la vida o la muerte.
Llevar historias como a de Indika a los videojuegos es una auténtica carta de amor para aquellos que disfruten las historias interactivas y que prácticamente te vayan llevando de la mano. El juego se divide en una estructura por capítulos en el que cada uno cuenta una arco de la trama argumental, teniendo sorpresas e ir desgranando una sorpresa final. La aventura en tres dimensiones le sienta muy bien ya que facilita mucho la interacción entre personajes, diálogos y objetos.
Quizás su esencia religiosa, en un territorio como Serbia y sobre todo el mensaje que transmite da ese morbo, esa excentricidad y sobre todo el no dejar de quitar la atención a algo que incorpora tintes de walking simulator. El ritmo narrativo hace que no haya cabida al aburrimiento, trayendo personajes muy desarrollados e interesantes.
Su jugabilidad no se aleja demasiado del anteriormente mencionado walking simulator habitual, siendo en este caso una producción en tres dimensiones y en las Indika puede desplazarse con mucha libertad por los mapeados. Se cuenta con una serie de puzles que si bien son sencillos de resolver no suponen un auténtico desafío, pecando incluso de tópicos. Indika al mismo tiempo mezcla varios géneros en su aventura, mezclando su banda sonora con música típica de la Rusia de siglo XIX y llevando a tonalidades chiptune.
En lo que a materia técnica se refiere debemos destacar el gran uso que el equipo de desarrollo ha dado al Unreal Engine, representando paisajes muy detallados, personajes cargados de personalidad y que no pecan de tópicos y una ambientación de Siberia muy lograda. A pesar de esto, sus animaciones y efectos de físicas no terminan de funcionar bien, aspectos que deslucen el conjunto.
En conclusión
Indika es uno de los mejores videojuegos indie que hemos encontrado a lo largo de este año. Es una apuesta muy arriesgada por parte de su desarrolladora y les ha salido de una forma notable. Nos encanta como transmite la historia, lo excéntrico y el argumento que engancha y mucho. Si das mucha importancia a la historia y buscas una experiencia pausada, Indika te encantará.
Agradecimientos a 11 bit Studios por proporcionar una clave de PC para realizar este análisis.
