Videojuegos como Hello Neighbor rompieron el molde y definieron un nuevo género en el que los jugadores debían enfrentarse a un personaje que los busca constantemente en un recinto mientras reúnen pistas. Este concepto, adaptado al género de terror, se convirtió en un gran filón para los desarrolladores, quienes lo fueron adaptando a su propio estilo. Evil Nun: The Broken Mask bebe directamente de esta fórmula, transportándonos a una misteriosa mansión llena de habitaciones, secretos y una presencia aterradora.
Como dato curioso, Evil Nun: The Broken Mask es un remake del videojuego Evil Nun, lanzado originalmente para móviles por Keplerians. En esta versión renovada, nos sumergimos en el inquietante y oscuro mundo de la escuela secundaria Eagle, donde una monja malvada persigue a los jugadores mientras intentan huir. La escapatoria no será sencilla, ya que es necesario encontrar la llave que permite salir del lugar, además de descubrir los secretos que desentrañan la historia.
La coprotagonista del título es la Hermana Madeline, una monja poseída por el mal que no dudará en dar caza al jugador. Para sobrevivir, será necesario esconderse en habitaciones, usar caminos secretos o incluso moverse a través de los respiraderos. Los controles son sencillos: se puede saltar, recoger objetos y lanzarlos para distraer al enemigo y aprovechar el desconcierto para huir. Sin embargo, la respiración del protagonista y los movimientos bruscos pueden generar ruido y alertar a la monja, por lo que la clave es avanzar con cautela y tomar decisiones rápidas siguiendo el instinto.
Algunos de los problemas que encontramos en Evil Nun: The Broken Mask están relacionados con la jugabilidad, como el mapeo de los controles, que resulta demasiado limitado y no permite configuraciones personalizadas. Otro inconveniente está en la progresión: si el jugador ha avanzado casi hasta el final del juego, pero es atrapado por la Hermana Madeline, deberá comenzar prácticamente desde cero. Esta penalización resulta excesiva y puede generar frustración.
El título ofrece varios niveles de dificultad, desde fácil hasta difícil, pero destaca el modo «fantasma», que permite jugar en total invisibilidad, facilitando la exploración y la resolución de puzles sin la presión de ser descubierto. Sin embargo, los propios rompecabezas presentan problemas, ya que algunas pistas pueden resultar confusas o incluso contradictorias, dificultando su resolución. Además, un número elevado de errores en ciertos puzles puede obligar al jugador a reiniciar desde el principio, lo que habría sido más llevadero con un sistema de guardado automático o puntos de control.
Técnicamente, el juego ha sido completamente rehecho respecto a su versión para móviles, adaptándose bien a las capacidades de las consolas. Las animaciones de la Hermana Madeline son correctas, al igual que sus expresiones faciales. La perspectiva en primera persona refuerza la inmersión, aunque también deja en evidencia algunos defectos en los modelados de los entornos. El escenario, con su diseño laberíntico y múltiples escondites, logra transmitir tensión de manera efectiva. En cuanto al apartado sonoro, el silencio es el gran protagonista, contribuyendo a la atmósfera y ayudando a los jugadores a detectar la ubicación de la antagonista.
En conclusión
Evil Nun: The Broken Mask es un juego entretenido, pero que penaliza demasiado al jugador. Sus mecánicas y puzles hacen que la dificultad se sienta injusta en algunos momentos, convirtiendo una premisa prometedora en una experiencia frustrante con el paso de las horas.
*Agradecimientos a Meridiem por proporcionar una clave de PlayStation 5 para realizar este análisis.
