Con la llegada de Nintendo Switch 2 y sus innovadores controles, las posibilidades son muy grandes. Muchos recordarán la llegada de ARMS con la antecesora de esta consola, que sin gozar de un gran presupuesto trajo una experiencia muy divertida aprovechando la tecnología de los Joy-Con. Con la llegada de los Joy-Con 2 y su función de ratón llega Drag x Drive, un título de baloncesto en silla de ruedas con una premisa similar a Rocket League.
Las ideas más simples suelen ser las que triunfan. ¿Quién iba a pensar que unos coches a gran velocidad empujando una esfera hacia una portería llegarían tan lejos? Una década después, Rocket League sigue siendo un título muy jugado y Nintendo ha querido adaptarlo a su estilo, trayendo el baloncesto en silla de ruedas con estética futurista. La premisa es buena, los controles ofrecen gran inmersión, pero el juego se queda corto en algunos aspectos.
Un baloncesto en silla de ruedas realista y futurista
Drag x Drive puede jugarse en modo individual y multijugador, aunque está claramente diseñado para competir online. Al acceder a partida por internet se crean salas públicas de hasta doce jugadores, que son repartidos en canchas para disputar partidos tres contra tres. Si no se completan, se puede jugar dos contra dos, y en último caso, contra la consola. Los partidos duran tres minutos, con un tiempo de posesión de 14 segundos y una cancha con reglas habituales, incluida la línea de triple.
Aquí no hay pausas ni tiempos muertos: simplemente jugar con el modo ratón de los Joy-Con 2 y realizar los gestos hacia delante y atrás como si se impulsara una silla de ruedas real. Según cómo se deslicen y combinen los mandos, se obtiene mayor profundidad de movimientos. Por ejemplo, pulsando los gatillos izquierdo, derecho o ambos a la vez se frena, lo que resulta útil para giros rápidos y desmarques. Drag x Drive puede jugarse en cualquier superficie, desde una mesa hasta tus propias piernas, siendo este último el más inmersivo.
Una vez logres desmarcarte, llega el momento de encestar, pulsando el botón R o L y realizando un gesto. Apuntar hacia la canasta y girar permite anotar rápidamente, siempre que no te bloqueen. Hay un botón para interactuar con los brazos, pudiendo bloquear el balón o chocar la mano con otro jugador. El trabajo en equipo es clave: encadenar pases, moverse con velocidad, realizar giros y hasta embestir —acción permitida en el deporte real— marca la diferencia.
Un modo online con partidas rápidas y desafiantes
Los partidos ofrecen suficiente variedad para entretener durante horas, sobre todo gracias a su curva de aprendizaje, que incluye jugadas como impulsarse desde línea de fondo para lograr un mate. Además de los puntos habituales de dos y tres, se conceden puntos extra por trucos. Por ejemplo, una rampa al final de la pista permite encestar con una mano (+0.1) o con ambas (+0.2), tiros espectaculares que además evitan bloqueos y pueden ser decisivos.
No os vamos a engañar: Drag x Drive es un juego totalmente orientado al online, dejando algo de lado a los jugadores en solitario. Se puede jugar en salas privadas con la consola, con nueve niveles y un décimo desbloqueable. Eso sí, la IA es muy básica y actúa de forma aleatoria, siendo únicamente en el nivel nueve cuando supone un desafío real.
Un aspecto positivo son los desafíos durante los partidos. Por ejemplo, encontrar pelotas especiales que dan el doble de puntos al encestarlas, superar una cantidad concreta de puntos o anotar con un movimiento específico. Estos retos aportan variedad. Además, existen opciones de personalización para personajes y sillas, desbloqueables al cumplir desafíos, como ruedas y sillas de distintos colores.
En lo técnico, Drag x Drive destaca por su estética futurista e industrial con tonos neón, ofreciendo un aspecto único. También brillan los personajes y sus atuendos, con animaciones realistas que muestran cómo mantener los hombros rectos y los brazos en movimiento. En lo sonoro, no destaca por su banda sonora, pero cumple su función de acompañamiento.
En conclusión
Drag x Drive ofrece una experiencia alternativa a los juegos competitivos convencionales, muy divertida y con una temática que da mayor visibilidad al baloncesto en silla de ruedas, un deporte en auge. Aunque es inevitable compararlo con Rocket League, su gran punto fuerte es el multijugador online, mientras que su punto débil es la experiencia en solitario. Un juego muy recomendable para los amantes del multijugador.
*Agradecimientos a Nintendo por proporcionar una clave de Nintendo Switch 2 para realizar este análisis.