Diablo IV no deja de sorprendernos y no es para menos. Es una franquicia nacida gracias a Blizzard y que definió el género ARPG que conocemos hoy en día. La desarrolladora siempre ha sido una pionera, teniendo franquicias que nos han proporcionado videojuegos como World of Warcraft, Hearthstone, StarCraft o Diablo IV entre otros. Abordar una idea y potenciarla es algo a los que nos tienen acostumbrados y con Diablo IV no terminó de convencer, pero sí que poco a poco recuperó su base de jugadores y con Diablo IV: Vessel of Hatred logra convencer.
Hoy os hablamos de su primera expansión: Diablo IV: Vessel of Hatred; esta aumenta su contenido ofreciendo una nueva historia. Seas un habitual en el videojuegos o te incorpores aprovechando la cosa, hemos de decir que es un gran momento para hacerlo con esta expansión que nutre aún más la experiencia.
Diablo IV: Vessel of Hatred es más que una expansión de contenido
La narración es uno de los elementos claves de Blizzard al introducirnos en sus aventuras, sobre todo gracias a sus sobresalientes cinemáticas. Se ha creado una trama lo suficientemente entretenida para enganchar al jugador y descubrir las novedades que implica. Esta une la campaña con el final de Diablo IV y el enfrentamiento con Lilith, tras ello Nayrelle capturó la esencia de Mefisto en la piedra de alma. Esta ha desaparecido en lo más profundo de las selvas de Nahantu y su misión es la encontrarla.
Como los juegos de rol de acción, Diablo IV: Vessel of Hatred desafía a eliminar monstruos, hacerte con las mejores armas y habilidades mágicas a través de la selva. Esta trama da a pie una misión interesante e introduce a los jugadores de forma inmediata en acción, con un breve prólogo y un resumen de la historia para recordar todos los detalles. Esta es una expansión para aquellos que jugaron la historia principal y muy recomendable para sumergirse y atar cabos sueltos. Además con el importante añadido de una nueva clase: el espiritualista.
Nahantu es el escenario principal donde jugaremos durnate horas, en una densa jungla con muchas zonas y un apartado desértico. Es verde y aparentemente tranquilo pero Nahantu esconde terribles amenazas y criaturas. Esta nos ha recordado al Gran Pantano de Diablo 2, un premio para los jugadores y cuyos sinuosos caminos y verticalidad es un perfecto lugar de combate. Esta temática añade una gran variedad de facciones enemigas que incluyen serpientes, cocodrilos e insectos así como poderosos monstruos. Por otra parte, también se incluyen mazmorras y ruinas donde la oscuridad es la protagonista.
Diablo IV: Vessel of Hatred da la bienvenida a una nueva clase
Nahantu es lo suficientemente interesante para tener la excusa de jugar nuevamente Diablo IV. Al igual que el juego base, los enemigos campan a sus anchas y en algunas ocasiones son un caóticas y un auténtico derramamiento de sangre. Esto es la pura esencia de Diablo, lo que Blizzard había prometido y no pudo incluir en su trama original. Dos de las novedades de Diablo IV: Vessel of Hatred es la inclusión del espiritualista, clase basade en los chamanes y que incorpora habilidades como las artes marciales, espadas dobles y bastones.
Además muy agilidoso, estos pueden realizar la invocación de espíritus guardianes: Ciempiés, Jaguar, Gorila y Águila; cada uno de ellos con su propio árbol de habilidades y fortalezas. Cuando juguemos con esta clase se tiene a disposición una serie de sinergias y desbloquear aún más poderes, además de ser un tipo de personaje que se adapta a multitud de tipo de jugadores. Su buscas velocidad y lucha cercana, este te encantará.
Por otro lado, se han incluido a los mercenarios. Al inicio de la campaña los jugadores dispondrán de la guarida donde se pueden reclutar a cuatro nuevos aliados: Raheir, Varyana, Subo y Aldkin. El primero participa de forma activa en la campaña pero el resto también tiene su misión y debemos ayudarles para unirlos a nuestro equipo. Cada uno de los personajes tiene su propio árbol de habilidades y ventajas, por lo que conjuntarlos con acierto otorga más posibilidad de salir vencedor en los combates.
A parte de incluir multitud de contenido, Diablo IV: Vessel of Hatred introduce ciertas mejoras para dar más valor a la experiencia. Existe una mazmorra con jhasta cuatro jugadores y una vez superada se proporcionarán recompensas y elementos cosméticos. Otros aspectos más destacados es el ascenso del nivel máximo al 60 y una serie de habilidades temporales. A ello debemos hacer mención a los ajustes en su dificultad, más habilidades de clase y un buscador de grupos mejorado.
La dirección artística de Diablo IV: Vessel of Hatred continúa la línea del título base, optando por la oscuridad y estética sombría. Su banda sonora tiene unas notas en las que se encuentra melancolía y acción, acertadas para ambientar eficientemente el nuevo escenario. Errores en el rendimiento y en algunos puntos principales son algunos de los errores que hemos podido detectar durante nuestra partida.
En conclusión
Diablo IV: Vessel of Hatred es una gran expansión de contenido para Diablo IV. El juego base proporcionó mucho contenido pero Vessel of Hatred la expande con multitud de misiones, una clase adicional y mejoras dentro del título. Si no eres muy fan de la acción, el frenetismo en combate y la multitud de enemigos, no ganará tu interés. Sea como fuere, es una gran expansión de contenido y hará las delicias de los que disfrutaron del título base.
Agradecimientos a Activision Blizzard por proporcionar una clave de PC para realizar este análisis.