La octava temporada de Diablo IV ya está aquí y Blizzard ha querido tirar la casa por la ventana poniendo como protagonista a Belial, el Señor de las Mentiras. Diablo IV: El Regreso de Belial promete nuevas emociones, aunque la gran pregunta es: ¿tenemos ante nosotros una expansión con peso o una simple adición más al montón?
La principal novedad es una nueva línea de misiones titulada “El Señor de las Mentiras”. No es una campaña excesivamente larga, pero nos permitirá enfrentarnos a uno de los grandes, Belial, unto a sus esbirros. Además, se incorporan dos nuevos personajes jugables: Jarius, un miliciano eclesiástico excomulgado, y Sayeena, un mago retirado. Aportan algo de frescura, aunque no llegan a brillar ni a captar un interés profundo más allá de su papel dentro de esta temporada.
Diablo IV: El Regreso de Belial proporciona contenido gratuito y de pago
Donde sí destaca es en el regreso de Belial como jefe de guarida. Sus apariciones puntuales en los mapas, acompañadas de portales y engaños, derivan en eventos conocidos como “Incursiones de Apariciones”. En ellas enfrentamos oleadas de enemigos que, al ser derrotadas, pueden culminar en la invocación del mismísimo Belial. Derrotarlo recompensa con un botín interesante y cenizas espectrales, uno de los nuevos coleccionables de la temporada.
El Pase de Temporada, llamado Relicarios, se divide como es habitual en tres ramas: Gratis, Premium y Deluxe. El modelo gratuito ofrece nueve objetos, mientras que el Premium y Deluxe amplían considerablemente la oferta con nuevas armas, armaduras, monturas y transfiguraciones. Además, esta temporada viene con una colaboración especial con el anime Berserk, lo que suma un punto muy atractivo para los fans.
A nivel jugable, se han introducido 24 nuevos poderes que se consiguen derrotando a ciertos jefes. Cuatro de ellos son equipables directamente en nuestro personaje y el resto se centran en modificar rasgos y habilidades, aunque su impacto real en la jugabilidad es discutible. Todo lo más llamativo, como es de esperar, queda en manos del Pase Premium.
Como guinda, se incluye una nueva mascota: Iris, un gato de aspecto encantador que todos los jugadores podrán conseguir. También se suman cosméticos como alas, búhos, armaduras y otros extras visuales.
En conclusión
Diablo IV: El Regreso de Belial es una temporada con mucho contenido, quizás más visual que funcional. La narrativa de Belial está bien construida, pero se queda corta en duración. Si comparamos con Vessel of Hatred, esta octava temporada no logra el mismo nivel de impacto. Aun así, sirve como una base sobre la que seguir construyendo. Y si eres fan del lore o simplemente te gusta coleccionar, encontrarás más de una razón para regresar a Santuario.
*Agradecimientos a Blizzard por proporcionar una clave de PC para realizar este análisis.