El ajedrez es uno de los géneros que más hemos visto en el mundo de los videojuegos. Clásicos como la extinta franquicia Chessmaster optaron por el realismo, mientras que otros buscan experiencias mucho más amigables para atraer a los jugadores. Esto último es precisamente lo que propone Chessarama, que ha aterrizado en PlayStation 5 y Nintendo Switch con una apuesta totalmente diferente.
Con una mezcla de realismo y propuesta divertida, Chessarama ofrece un título de lógica basado en las reglas del ajedrez, pero sin atarse a las normas clásicas. En su lugar, se exploran diversos dioramas donde encontramos las piezas que todos conocemos, pero en situaciones muy entretenidas y en espacios reducidos.
Chessarama introduce nuevas mecánicas al ajedrez
Desde el primer momento comprobamos que Chessarama es totalmente distinto. Se nos presentan cuatro campañas que giran en torno a piezas, temas y puzles específicos. Desde el inicio, comenzamos en tableros con temática granjera, en los que el objetivo será hacer saltar al caballo por distintas zonas, eso sí, respetando sus clásicos movimientos en “L”. Es una forma muy divertida de jugar y, al mismo tiempo, aprender las reglas del ajedrez de forma sencilla. A través de misiones que se vuelven más complejas con el paso de las horas, se asientan los conceptos de una manera muy eficiente.
Conforme el nivel aumenta, el desafío lógico se vuelve más complejo, poniendo a prueba tanto a principiantes como a jugadores más experimentados. A medida que se avanza, se obtiene experiencia que permite desbloquear nuevas campañas y modalidades de juego. Pruebas como cultivar son solo el inicio, dando el salto a retos más originales como el fútbol, donde se colocan alfiles y torres para seguir las reglas del ajedrez y pasar el balón de un lado a otro hasta marcar goles. Este minijuego es muy entretenido y gratificante, poniendo a prueba las habilidades del jugador.
Las campañas están bien diferenciadas y ambientadas. Por ejemplo, una de ellas nos lleva a Japón, donde nos enfrentamos a samuráis asumiendo el papel de la reina. Aquí, habrá que hacer frente a numerosas hordas, a su gobernante, e incluso a un dragón que escupe fuego. Cada campaña ofrece algo distinto, llevando las reglas del ajedrez a formas creativas y rompecabezas con dificultad variable. Al principio, se basan en objetivos y movimientos sencillos, pero poco a poco aumentan el reto con el control de varias piezas al mismo tiempo.
Aunque las campañas acaparan el protagonismo en Chessarama, el título ofrece mucho más contenido. A medida que se gana experiencia y se sube de nivel, se desbloquean más modalidades, desafíos y versiones del ajedrez de lo más originales. Por otra parte, se incluyen partidas de ajedrez clásicas, permitiendo una experiencia más fiel a lo tradicional. Las campañas, en cambio, profundizan en los conceptos del ajedrez y permiten conocerlos al detalle. De manera sencilla, se pueden pasar horas jugando con un peón, alfil, reina o torre, entre otros. Chessarama es un juego que ofrece muchas horas de entretenimiento, y no importa qué modalidad se elija: el esfuerzo siempre tiene recompensa, siendo un título muy rejugable.
En el apartado técnico, se trata de un juego muy trabajado, que ofrece una experiencia de ajedrez alejada de lo clásico, con mapeados llenos de modelados y ambientaciones originales. Los diseños de las piezas también varían según la campaña, con modelados cuidados y divertidos de ver. Las animaciones son correctas, al igual que los elementos técnicos. Por último, cabe destacar su relajante banda sonora, que acompaña de forma eficiente y agradable.
En conclusión
Chessarama es una experiencia de ajedrez diferente e innovadora, que profundiza en los conceptos y reglas del juego de forma divertida. Sus campañas, minijuegos y desafíos proporcionan una buena cantidad de horas entretenidas, perfectas para aprender ajedrez mientras se disfruta de un gran reto mental.
*Agradecimientos a Plan of Attack por proporcionar una clave de Nintendo Switch para realizar este análisis.