Arsène Lupin es una de las figuras literarias más conocidas en el panorama francés. Muchos lo hemos podido ver de una forma u otra, como su propia serie de Netflix basada en el personaje o incluso el anime Lupin III. Este villano, un ladrón con muy buenas formas y que hacía gala de un característico sombrero de copa se convirtió en el propio Sherlock Holmes del país galo. Con Arsene Lupin: Once a Thief, que ha sido llevado bajo los mandos de Blazing Griffin, quienes han trabajado también con Hércules Poirot, y Microids, nos traen este título.
Todo ello llevado más allá gracias al trabajo de Meridiem, quien han creado una completa edición física totalmente hecha para los fans. El videojuego es una historia interactiva y en algunas ocasiones lineal, pero lo suficientemente atractiva para mantenernos enganchadas a la pantalla durante horas. Arsene Lupin: Once a Thief comienza con una conversación entre Leblanc y su creación Arsene, como si ambos fueran la misma persona. Ambos se encuentran sentados en una chimenea con sus brazos sobresaliendo de las butacas en las que se encuentran sentados. Tener ambos permite tener distintas perspectivas de todo lo que está aconteciendo. Tras este breve prólogo es el momento en el que el jugador se ponga manos a la obra para cometer su primer crimen de guante blanco haciéndose con un huevo de Fabergé. La localización es perfecta, una fuerte fortificación donde hombres, perros y trampas acechan en todos los lugares.
Arsene Lupin: Once a Thief es apto para principiantes y veteranos
Su sistema de juego puede parecer algo agobiante pero poco a poco se descubre su verdadera utilidad. Este consta de un panel en el que se disponen una serie de acciones que realizar y el principal desafío es ordenarlas con una serie lógica para poder llevarlo a cabo. No todo es siempre como crees, por lo que llevar a Lupin por el camino correcto le llevará a conseguir su objetivo. Esta mecánica resulta un poco confusa pero conforme avanza la partida muestras sus auténticas virtudes, llegando en algunos momentos a ser desafiante.
Siendo francos, Arsene Lupin: Once a Thief no deja equivocarse y siempre irás por el buen camino. Con esto queremos decir que el camino siempre será el correcto y pese a equivocarse se permite rehacerlo nuevamente. Además, si no logras averiguarlo usando la lógica siempre se puede hacer uso del ensayo y error para continuar. Realizarlo a la primera o en varias ocasiones no proporciona ningún premio, simplemente se tendrá la pantalla en blanco y se escucharán todas las acciones que Lupin realice. Posteriormente se muestra el resultado final y ya se habrá completado para proseguir con los siguientes.
El ritmo de la historia es prácticamente igual, solo que todos los crímenes no serán protagonizados por Lupin, dado que en ocasiones se tomará el control de su archienemigo, el Inspector Ganimard. Esto da un punto de vista diferente a la aventura y teniendo que cazar a nuestro propio protagonista, teniendo una misión especial en la que debemos identificar a Lupin disfrazado entre los pasajeros de un barco. Sacar fuera de la rutina es algo que fue aceptable pero también lo es su trama principal en la que se proporcionan multitud de obstáculos por parte de Ganimard, escondiendo pistas falsas y trampas para llevarnos por el camino equivocado.
Sea como fuere, con Arsene Lupin: Once a Thief nos encontramos con una aventura point and click de toda la vida, teniendo una visión isométrica donde poder explorar y ver los múltiples objetos que se encuentran en el mapeado. Interactuar con prácticamente todo es muy importante para que se encuentren las rutas principales, estudien las trampas y sobre todo conocer cada recoveco del sitio en el que se perpetre el robo. Dialogar y obtener información a través de personajes también es interesante, pero la lástima es que los personajes no están animados y son imágenes estáticas como si de una novela visual se tratase.
Las investigaciones nos han recordado mucho a los juegos de Sherlock Holmes y Hércules Poirot, utilizando el sistema de deducciones conectándolas de manera lógica. Estas también se obtienen mediante la conexión de dos pistas que puedan tener cierta relación, guardándose es un cuaderno que puede revisarse en cualquier momento. Mediante su inventario también se almacena objetos, información de los personajes y lista de objetivos. Como dijimos en la elaboración de la línea de tiempo para perpetrar un robo, también hay un número ilimitado para las deducciones, siendo prueba y error en algunos momentos y que no termina penalizando al personaje.
Arsene Lupin: Once a Thief tiene una curva de dificultad exigente, que no llega a unos extremos excesivamente altos pero que en ocasiones costará deducir a la primera de cambio. Es satisfactorio ir sacando conclusiones y deduciendo, por lo que aconsejamos no utilizar la técnica de ensayo y error ya que le quita cierta gracia al juego. Un punto negativo lo encontramos en la superficie donde entrelazamos las deducciones, teniendo unas dimensiones grandes y dejando los objetivos y pistas muy dispersas entre sí, haciendo algo lenta la interacción.
Dentro del inventario también se encuentran algunos puzles, teniendo objetos que haya que unir entre ellos y que no se desbloqueen hasta que no se acceda a un determinado lugar o se obtenga información. Esto también será una tónica predominante a la hora de deducir o crear líneas de tiempo, insistiendo en la investigación de todos y cada uno de los entornos. Las secuencias de diálogo también ganan en importancia a la hora de convencer a los personajes para que realicen una acción en concreto y dejen el camino despejado para continuar con el robo. Esto sigue lo mencionado anteriormente, si te equivocas no pasa nada, ya que podrás volver a repetirla.
El ir prácticamente a tiro hecho es algo que no termina de cuadrar en Arsene Lupin: Once a Thief, ya que a pesar de no acertar se tendrán varios intentos para realizarlo nuevamente. En materia técnica los escenarios y personajes se han desarrollado con mucha simplicidad, teniendo elementos coloristas y con diseños algo vagos. El jugador dispone del suficiente espacio para investigar los entornos y estos disponen de múltiples elementos que descubrir y que se encuentran escondidos. Los personajes cuentan con mucho encanto, teniendo pintorescos diseños y un aire francés bien trabajado. Eso unido a una banda sonora que acompaña eficientemente, culmina su aspecto técnico.
En conclusión
Arsene Lupin: Once a Thief es una aventura point and click con todas las de la ley. Su llegada propone encarnar al conocido ladrón y sumergirnos en numerosos escenarios en los que lograr perpetrar sus crímenes. Si bien sobre el papel suena genial, hay algunos problemas como el no penalizar por equivocarse, algo que lleva al juego a la técnica del prueba y error. Esto, junto a errores como la dispersión de las pistas en su mapa y fallos técnicos lo hacen un título del montón y apto para los amantes de este género de videojuegos.
Agradecimientos a Meridiem por proporcionar una clave de PS5 para realizar este análisis.