Las aventuras narrativas son un género que está de moda en el panorama de los videojuegos. Siempre que se cuentan de una manera distinta y rompiendo la cuarta pared, suelen ser bien recibidas, un concepto que asume con soltura A Pizza Delivery. En esta aventura, los jugadores asumen el papel de B, un repartidor de pizzas cuyo trabajo, en apariencia sencillo, pronto demuestra ser todo lo contrario. Nada de lo que ve es lo que parece, el mundo tampoco lo es y su camino se complica cada vez más. ¿Quién dijo que llevar una pizza sería sencillo?
Teniendo en cuenta su trama, la mecánica principal de A Pizza Delivery nos narra la historia de B y este reparto mientras avanza por el mundo y resuelve pequeños puzles. En ocasiones, estos requieren recopilar llamadas o interactuar con varios personajes que se cruzan en su camino y que no dudarán en pedir ayuda a cambio de información. La característica más destacada del juego es lo relajante que resulta la experiencia, dejándose llevar por el camino en moto y su música.
Un reparto de pizza inusual
Aunque estos trayectos podrían parecer aburridos y su inactividad podría echar atrás a algunos jugadores, ocurre lo contrario: permiten explorar un mundo dividido en diferentes zonas temáticas. En este recorrido encontramos personajes a los que conocer, que ofrecen pistas de la historia, así como objetos perdidos que encajan como pequeñas piezas de un puzle. Los diálogos destacan por su profundidad, abordando recuerdos, reflexiones sobre el sentido de la vida y diferentes emociones. Estas ideas invitan al jugador a reflexionar a medida que avanza en la trama.
Lo introspectivo es una de las partes más originales, dando rienda suelta a las ideas del relato. Sin embargo, todo lo bueno que ofrece A Pizza Delivery se diluye en sus puzles: algunos resultan demasiado alternativos y otros no presentan la dificultad necesaria para plantear un verdadero desafío. Aun así, están bien integrados en el ritmo de juego, ofreciendo una pausa equilibrada entre los trayectos en moto y los momentos de resolución.
En el apartado técnico destaca su sencillez, tanto en los modelados de los personajes como en los entornos. No obstante, lo que realmente merece la pena es la atmósfera: una combinación de colores fríos y cálidos, música relajante y escenarios que, aunque no demasiado detallados, cumplen sobradamente su función.
En conclusión
A Pizza Delivery es una propuesta interesante que, a pesar de no innovar en muchos aspectos, ofrece una historia cautivadora. Sin embargo, en su ejecución jugable presenta carencias y algunos problemas técnicos. Un juego ideal para relajarse, dejarse llevar por su ambientación y disfrutar de una experiencia introspectiva.
*Agradecimientos a Jesús Fabre por proporcionar una clave de PC para realizar este análisis.
