Neon Rider Classic ha llegado a Steam con unas pretensiones muy claras, ofrecer una jugabilidad directa en la que aprender pocos controles y ponernos a jugar de forma inmediata. Muchos recordarán la época de los videojuegos flash, títulos que proporcionaban la oportunidad de jugar adaptándose a cualquier tipo de jugador, ya fuera un veterano o simplemente alguien que se incorporaba al mundillo.
Estos criterios fueron seguidos por el Neon Rider original, además de su secuela Neon Rider World que proporciona más y mejor. Unas ideas que son sencillas y prácticas, proporcionando mecánicas sencillas de manejar pero difícil de dominar. Esto no es un simple videojuego de conducción sino que tiene su profundidad en el que tu vehículo y alternar dentro de un sistema de colores para superar las fases.
Neon Rider Classic trae de vuelta el juego de navegadores
En este ocasión, el videojuego llega de la mano de Armor Games Studios para traer tanto Neon Rider como Neon Rider World, lanzados en navegador originalmente, que ahora se unen en el mismo producto. El concepto es muy sencillo, manejamos un vehículo con unos controles bastante simples, utilizando una tecla para acelerar y otro para dar marcha atrás. El auténtico desafío es manejar la gravedad de izquierda a derecha para caer bien sobre la pista y no perder ni un ápice de velocidad. Esto ha sido bien aplicado tanto en teclados como en mandos y Steam Deck. El terreno no suele ser plano, por lo que encontraremos baches, valles, loopings y saltos para hacer la tarea más exigente.
A esto debemos sumar otro retro más. El vehículo siempre se deslizará sobre terreno de neón azul pero en el momento que cambie a rojo, amarillo y verde, será el momento de cambiarlo de color para continuar conduciendo sobre esta, de lo contrario caerás al vacío. Cambiar de color es muy sencillo, la tarea complicada la tenemos al hacerlas coincidir al mismo tiempo que se juega con la gravedad. Es sencillo pero exigente, por lo que los reflejos deben serán primordiales para superar las fases.
El concepto hace que el juego sea divertido y adictivo, desafiando a recorrer los trazados en el menor tiempo posible y superar tus propios records. La desarrolladora ha querido poner las cosas más complicadas, no pasando prácticamente ni una si nos equivocamos de color o lo cambiamos prácticamente pisando el neón. Los primeros niveles son muy sencillos y ayudan a comprender el título, sus mecánicas y adaptarse al control. Cuenta con 25 recorridos que irán cambiando el nivel de exigencia, explorando mecánicas nuevas y divertidas.
Algunos de los momentos más complicados se encuentran al pasar baches y loopings, llegando en muchas ocasiones justo de velocidad y en los que se caerá al vacío. Uno de los principales retos no es solo cumplir las fases sino que llegan incluso a ser frustrantes de tanto repetirlas, por lo que requerirá paciencia.
En su aspecto técnico se decidió que Neon Rider Classic continúa con su misma estética de neón, diseño de vehículos y niveles, así como banda sonora. Hemos hallado algunos bugs puntuales, sobre todo en su interfaz, haciendo que parpadee de una forma insistente y saque un poco de la experiencia. Las canciones tienen un aire neonwave y techno que junto a las aceleraciones del motor proporciona una grata experiencia audiovisual.
En conclusión
Neon Rider Classic es la fusión de dos videojuegos que fueron lanzados originalmente en navegadores y que han sido rehechos para traer esas grandes y entretenidas partidas a PC. Es una experiencia divertida y amena, aunque puede resultar frustrante dada su dificultad. Es divertido y desafiante además de llevar a un precio competitivo.
Agradecimientos a StridePR por proporcionar una clave de PC para realizar este análisis.
