Cuando hablamos de Ball X Pit hablamos de una gran mezcla de géneros dentro de un videojuego. El proyecto, desarrollado por Kenny Sun y publicado por Devolver Digital, nos ofrece un arcade con tintes roguelite que desafía al jugador a derrotar numerosos enemigos en partidas frenéticas, donde la habilidad y la rapidez son esenciales.
La trama de Ball X Pit nos pone en la piel de un cazador de tesoros que se adentra en las profundidades de un misterioso lugar lleno de hordas de monstruos que impiden llegar hasta el jefe de fase. Tanto el argumento como la jugabilidad son sencillos: el protagonista cuenta con armas que disparan proyectiles en forma de bolas que dañan al enemigo y rebotan en los laterales del nivel, al más puro estilo Arkanoid. Todo esto mientras esquivas ataques, recoges gemas y ganas experiencia al derrotar enemigos.
Frenetismo y pausa en el mismo título
El frenetismo y la pericia a los mandos son la base de la experiencia. El protagonista dispone de hasta cuatro tipos de esferas especiales con distintos efectos: causar sangrado, envenenar, ralentizar al enemigo o infligir daño masivo con disparos más lentos. A medida que avanzas, encontrarás gemas de fusión y de experiencia que, al combinarse, desbloquean nuevo equipamiento o mejoran el ya existente, aumentando su daño, área de efecto o generando versiones híbridas de esferas más poderosas.
Una de sus mayores virtudes es su sentido de progresión, que recompensa rápidamente los esfuerzos del jugador. El sistema de fusión de esferas ofrece efectos híbridos con resultados muy potentes. Además, Ball X Pit no busca desafiar al jugador con estrategias complejas, sino fomentar la improvisación y la reacción rápida ante el constante avance de hordas enemigas que van ocupando el terreno. Derrotarlas de forma eficiente es clave para no perder el progreso conseguido.

Cada partida puede configurarse de forma aleatoria o mediante ajustes predefinidos para una experiencia más accesible. Como buen roguelite, cada nivel otorga experiencia que mejora permanentemente las estadísticas del personaje, permitiendo acceder a nuevas habilidades y potenciando la sensación de crecimiento continuo.
Construye tu asentamiento y obtén recursos
Fuera del pozo, el área de combate, el jugador puede construir y mejorar un asentamiento. Este campamento ofrece fortificaciones, edificios, bosques y zonas de recolección donde obtener recursos mediante minijuegos tipo pinball. Esta parte de gestión ofrece un cambio de ritmo agradable y complementa perfectamente la acción principal.

La organización del campamento también tiene importancia táctica: colocar fortificaciones y recursos de manera lógica mejora la eficiencia. Esto rompe con el frenetismo de la acción, ofreciendo una experiencia más calmada y estratégica. No obstante, la tolerancia a la frustración es clave, ya que tanto en las fases de combate como en las de construcción puede haber intentos fallidos o escasez de recursos.
Ambas modalidades funcionan muy bien gracias a su cámara aérea, que facilita la visión y el control del entorno. Los diseños visuales son acertados, con un estilo propio y un rendimiento estable incluso en los momentos más caóticos. A ello se suman controles precisos y una banda sonora envolvente que acompañan perfectamente la acción.
En conclusión
En definitiva, Ball X Pit es un notable juego arcade y roguelite que, sin grandes pretensiones narrativas, logra ofrecer una experiencia intensa y divertida. Su mezcla de acción frenética y gestión estratégica lo convierte en una propuesta muy recomendable para los amantes de los retos dinámicos.
*Agradecimientos a Cosmocover por proporcionar una clave de Nintendo Switch 2 para realizar este análisis.