Es indudable que el género de la animación por dibujos inspirada en las décadas de los ochenta y los noventa continúa en auge. Títulos como Dragon’s Lair o Space Ace abrieron el camino al combinar cine y jugabilidad. Cuphead es otro gran ejemplo de una franquicia que apostó por dar vida a esta idea. Hoy nos centramos en Bye Sweet Carole, un cuento de hadas con una historia de corte oscuro que atrapa desde el inicio.
Bye Sweet Carole ha sido desarrollado por Little Sewing Machine, un estudio italiano que ha decidido apostar por esta estética y, al mismo tiempo, por una narrativa digna de un libro. Se trata de un título en dos dimensiones en el que hay que leer, permanecer atento a cada detalle y dejarse llevar. La emotividad es su principal rasgo, seguida de su dirección artística y su jugabilidad, siendo una carta abierta a quienes echan de menos las producciones animadas de los noventa de Don Bluth.
Una historia oscura y conmovedora
La historia nos presenta el viaje de Lana, una joven que, tras perder a su amiga Carole, decide escapar del internado de Bunny Hall. Ha sufrido bullying y las tareas de economía doméstica no son lo suyo, dentro de una sociedad donde la figura femenina ocupa un segundo plano. Lana será transportada de repente a Corolla, un mundo donde los animales hablan y todo parece lleno de vida. Sin embargo, este reino no es lo que aparenta, pues el Sr. Kyn lo ha convertido en una auténtica pesadilla. Viajar entre ambas realidades será la clave para descubrir la verdad.
Uno de los pilares de Bye Sweet Carole es su historia y su narrativa. Han sabido crear dos realidades que se cohesionan con acierto. Esto, unido al excelente trabajo artístico —con una animación fotograma a fotograma inspirada en Don Bluth y centrada en los gestos faciales y movimientos de los personajes—, lo hace especial. Es cierto que en ocasiones algunos fotogramas no terminan de encajar con la acción, pero el trabajo de la desarrolladora es digno de elogio.
En términos jugables, Bye Sweet Carole combina mecánicas de aventura gráfica, invitando a interactuar constantemente con el entorno para obtener información y avanzar. El patrón de movimiento está bien cuidado: Lana camina con paso firme y pausado, mientras que su transformación en conejo le otorga agilidad y rapidez. Esta mecánica rompe las normas establecidas, aportando variedad con nuevos ataques y habilidades para interactuar con el mundo.
Una buena mezcla de géneros
El juego ofrece una buena mezcla de puzles, combates y plataformas diseñadas con sentido. Durante el trayecto, Bye Sweet Carole enriquece la experiencia al contar la historia al ritmo que marque el jugador. Explorar escenarios, empujar objetos, esconderse de enemigos y resolver acertijos son solo algunas de las acciones disponibles. Esta combinación de géneros funciona muy bien, aunque los controles no siempre resultan tan precisos como deberían.
En conclusión
Bye Sweet Carole es, en definitiva, un cuento de hadas oscuro y fascinante. La alternancia entre mundos, su diseño artístico inspirado en Don Bluth y una narrativa atractiva hacen que brille por su identidad propia, ofreciendo multitud de horas de juego y una propuesta única.
*Agradecimientos a 1UP PR por proporcionar una clave de Nintendo Switch para realizar este análisis.